viernes, 7 de mayo de 2010

EL SALÓN DE LAS MARAVILLAS




¡Muy buenas, gente!

Ayer dió comienzo una nueva edición anual del Salón del Cómic de Barcelona, (ya cumple 28 añitos) y hasta el domingo 8 de mayo estarán abiertas de par en par sus puertas para todos vosotros (eso sí, tendréis que pasar por taquilla u obtener una acreditación si soys profesionales de la ilustración o prensa, ¿u os pensábais que mantener las instalaciones y los stands es gratis?).

La verdad es que hacía unos cuantos años que no asistía a esta fiesta del "despiporre". Quizás para algunos pueda ser exagerado este forma de catalogar a tal evento, pero para otros puede ser incluso más que eso, estoy seguro. La última vez que acudí, la feria se celebraba en la Estación de Francia y, la verdad, que me dejó un poco indiferente y algo decepcionado, pues parecía un poco más lo de siempre (es posible que uno también se vuelva más exigente con el paso del tiempo, o que aparezcan otro tipo de intereses). El caso es que este nuevo regreso al Salón lo he disfrutado, y mucho.

El desfile de "freaks" se ha dejado notar, pero de forma mucho más sutil que cuanto recordaba, y no será por la falta de vergüenza que la gente pueda tener (el mundo está lleno de personajes que dan mucho la nota, un vistazo a la tu propio barrio, TV o Internet), pero quizás sea un pelín la falta de autenticidad. De todas formas, no me puedo quejar mucho de este aspecto, pues un servidor es demasiado vergonzoso para disfrazarme de un superheroe, cuando lo que soy no es más que... bien...será mejor no seguir por ese camino, amigos. Lo que sí que no se puede negar es que se ha visto muy buen ambiente (anque sea este fin de semana cuando más se deje notar el ambiente recargado).

No os voy a relatar la historia del cómic, pues puede ser muy aburrido este blog y dejaríais de pasearos por él y eso no me interesa. Además es muy posible que carezca de conocimientos acerca de los orígenes de éste (posible no, fijo), así que solamente tenéis que echar un vistazo a la tan eficaz y sagrada wikipedia para los que quieran saber más acerca de este noveno arte.

Lo que sí apuntaré es que tuve realmente mi momento para el comic. Muchos lo descubrirían y crecerían entre viñetas de mortaldelos, mafaldas, jabatos o supermanes; yo, sin embargo, me aficioné algo más tarde, creo recordar que rondando los 13 veranos (pues no nací en primavera). Mi primo y otro amigo fueron los que cayera en el pecado, aunque el único culpable de que uno se deje seducir por la tentación no es más que uno mismo, seamos justos y sinceros...
(No, no, fueron mi primo y mi colega).


Recuerdo mi primera colección: una reedición de Veneno, el mejor, sino el que más (junto al Duene Verde) supervillano de Spiderman. Se trataba de "Veneno: Pira Funeraria" y constaba unicamente de 3 números. A partir de entonces, las colecciones fueron sumandose no solo en longitud de números, sino más bien en cantidades. Prácticamente todos están guardaditos en cajas de lotes de Navidad (vaya tela, eh); la culpa, como a muchos de nosotros, es la falta de espacio, pues casi ni el aire cabe ya en mi cuarto.

Nunca olvidaré la reacción de escándalo de mi abuela cuando le decía las cantidades de dinero que invertía cada mes en tebeos (muchas veces exageraba y bromeaba con la cantidad), pero es que me encantaba ver esa tierna carita exclamando casi obscenidad y advirtiendome que ese dinero lo tenía que gastar en otras cosas que fueran más provechosas para mi.(no soy tan mal bicho, de verdad). Estoy seguro que si vuelvo a decirle lo mismo pero con mi inversión en películas la reacción puede ser más peligrosa... y yo quiero mucho a mi abuelita.

Descubrí y me enganché con los superhores de la Marvel, DC y otras tantas y míticas editoriales. La verdad es que lo que más he coleccionado han sido comics del estilo de estos gigantes creadores de leyendas: Spiderman, X-Men, Los Vengadores, Los 4 Fantasticos, Hulk... Batman, Superman,...por citar solo los más conocidos. También merece una mención especial a parte, Lobo (un personajón con muy malas pulgas que va en moto, fuma puros y tiene la piel como la cal). Actualmente me intereso más por las cosas más "serias", comic books, novelas ilustradas, o undergrounds visiblemente más profundos, aunque eso sí, que nunca dejen de tener ese toque de autenticidad freak.

A parte de los cómics, los cuales siempre tendrán un rincón en mi corazón (y también en las cajas de Navidad), lo que me ha hecho volver al Salón del Cómic es aquello que últimamente me hace volver a tener 13 o 14 años, incluso puedo afirmar que sentirme nuevamente como un niño de 6 o 7 años (no, no estoy pasando por la crsisi de lso 30...todavía no ha llegado ese momento), pero sí que es como volver a descubrir las cosas con las que uno disfrutaba de pequeño: los muñecos, los cromos y las barajas de Fournier. Pero de esto ya hablaré en próximos post, pues ésta será una de las denominadas "Salas de Recreo".

Concluyendo por hoy ,- pues ya va siendo hora de dejaros continuar con vuestras vidas, aunque no tengáis nada mejor que hacer que leer lo que que escribe este loco rojo - el salón ha venido a significar una reafirmación para ese extraño, dudoso e inexplicable despertar que estaba experimentando desde hace algún tiempo:

¿Estoy volviendo a ser un FRIKI?




2 comentarios:

  1. Los dos tipos que están al lado de la furgo del Equipo A...
    ¿nacieron en Notre Dam?

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  2. ¡¡¡No Yus, no lo hagas!!!
    Cualquier cosa menos "frikie".

    Que reine la codura y el buen hacer.
    Además que es ser más "friki"
    Leer comics de la marve o empantanarse el cerebro con teleserie burguesas como "Vent del Plà" o "el cor de la ciutat". Más friki es dejarse las pestañas leyendo "el Sport" o torturarse los tímpanos con las mamarrachadas de Josep Cuní y sus secuaces.
    Apa doncs, fins aviat.

    Una abraçada,

    David

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