
Buenas a tod@s!
Hoy es miércoles, día 23 de junio (aunque no sé por qué razón aparece martes 22 en la entrada, os prometo que es 23), y como todos sabéis (aunque algún despistado puede haber...) se celebra esta noche al verbena del día de San Juan. Una noche mágica, especialmente para los que son amantes de la pirotécnia y el olor de la pólvora; las hogueras en la playa y las carrerillas para saltarlas; de las sardinas a la brasa y de la coca como postres (ojo, me refiero al dulce especial y tradicional de estas fiestas, mal pensados que pueden haber...).
En Cataluña y, prácticamente, todo el Mediterráneo, es esto lo que se lleva estos días. Así que, no solos los petardos de la Selección Española se están dando cita estos días, sino que hay otros motivos de celebración. Y es que la noche de San Juan no se celebra por hacer un "homenaje" a este santo, si no más bien por ser motivo de no currar ese día, estar de fiesta emborrachándose, y los chavales celebrar el fin de curso, hayan aprobado o suspendido... con bengalas, carpinteros, cebolletas...y por qué no, algunos rompetochos.
La celebración de la Noche de San Juan representa, en sus orígenes, el solsticio del verano en el hemisferio norte y se enciende una hoguera como rito (Wiki Wiki)

Cuando era más pequeño, me sumaba a esta celebración. Cogía mi bolsa de petardos que mi padre nos compraba, y me iba con mis hermanos, primos y amigos a quemar ese dinero "malgastado", eso sí, siempre con cuidadito. Botellas de plástico estallando, ladrillos reventados por los truenos, hileras de serpentinas todo quemadas, batallas campañes a discreción,... Noche de diablillos.
Escenarios en las calles de los barrios, música chocolatera; en las plazas, muchas mesas y muchas sillas. La gente mayor sabe divertirse, cohones!
En definitiva, que la noche más corta del año es la más "sonada" del año (ni nochevieja ni leches).
Pues eso, que paséis una feliz verbena!
